Habladles
de batallas, de reyes y elefantes, de M. Énard
Tender
puentes
Vísperas
de Pascuas, 1506. Miguel Ángel se encuentra en Florencia. Ha
abandonado Roma debido a la tensa relación con el “Papa guerrero”
Julio II. En la ciudad donde esculpió el David, el genio
renacentista espera una carta del Sumo Pontífice que lime viejas
rencillas. La misiva que recibe, de manos de unos monjes
franciscanos, lo sorprende. Es de Beyazid II, el poderoso sultán de
Constantinopla, que lo invita a la capital del imperio Ottomano para
diseñar un puente sobre el Cuerno de Oro. Antes, el emperador turco
había rechazado los planos del mismísimo Leonardo Da Vinci para
construir la obra sobre el estrecho de Bósforo que divide Estambul.
Hasta aquí los hechos documentados (incluso se conservan los planos
de Da Vinci) pero nada se sabe de qué ocurrió con la invitación a
Miguel Ángel Buonarrotti. La anécdota, poco conocida, más allá
que ha sido consignada por algún biógrafo de Miguel Ángel, como
Giorgio Vasari por ejemplo, es el disparador del que se vale el
escritor francés Mathias Énard (Niort, 1972) para imaginar la
crónica de un posible momento de la Historia que ilumina todo un
período.
El
hipotético puente, una megaobra de haberse construido, es utilizado
en esta breve, y potente novela, como un artefacto metafórico que
aborda el choque cultural, religioso y político entre Oriente y
Occidente. Énard, que es profesor en Barcelona, lo plantea como un
intercambio cultural (una inmersión sería el término mas adecuado)
donde el lector acompañará a Miguel Ángel en el descubrimiento de
Constantinopla, de un Oriente legendario con su música y su poesía.
En
paralelo, el escritor francés plantea tres historias secundarias.
Las intrigas palaciegas en el entorno del sultán, que incluye una
conspiración contra el artista; la relación homoerótica de Miguel
Ángel con el poeta otomano Mesihi de Pristina, y la pasión que lo
une con una enigmática cantante y bailarina de origen granadino.
La
novela tiene varios puntos altos a destacar. La prosa de Énard
(autor de El manual
del perfecto terrorista, Zona,
y la reciente
Calle de ladrones,
entre otros) es seductora, llena de metáforas acertadas (pero no
edulcorantes) sumada a una estructura donde se alternan varios
narradores (aunque el principal sea Miguel Angel) e incorpora cartas
originales del artista, con un ritmo variado entre los capítulos,
algunos tan breves de apenas doce líneas.
Habladles
de batallas, de reyes y elefantes
-cuyo título remite a una cita de Kipling extraída de El
hándicap de la vida- es
una buen ejemplo de la solidez narrativa de Mathias Énard, cuyo
nombre viene sonando fuerte en Europa, porque demuestra cómo con lo
mínimo, apenas una anécdota perdida en la vida de un gran artista,
se puede crear una muy buena historia.
Habladles
de batallas, de reyes y elefantes,
de Mathias Énard. Editorial Mondadori, 2012, 182 pp. Distribuye
Sudamericana.